Historia de la
Devoción
La
Cuatro Condiciones
Los Nueve
Domingos
Biografía del
Padre Rizzo
Oraciones al
Divino Niño
La
Confesión |
Segundo
Domingo
Oración
para todos los domingos
Consideración: Jesús cura a un
sordomudo
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos –
(Mc 7, 31) Se marchó de la región de Tiro y vino
de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le
presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan
imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le
metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y,
levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: = «Effatá», que
quiere decir: «¡Ábrete!» Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó
la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a
nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo
publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían «Todo lo ha hecho
bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.» Palabra de
Dios.
Ejemplo Historia
de la Devoción al Niño Jesús de Praga
Narran las antiguas tradiciones que en
Andalucía, España, había hace varios siglos un santo religioso carmelita
que se dedicaba a hacer imágenes, y que deseaba mucho hacer una estatua
bien hermosa del Divino Niño Jesús. Y repetía una frase muy parecida a la
de Santa Teresa: "Véante mis ojos, dulce Jesús bueno. Véante mis ojos.
Muérame yo luego". Y que tantas veces pidió a nuestro Señor la gracia de
poder contemplar cómo era el rostro del Divino Niño, que un día vio que se
le aparecía el Niño Jesús, sonriendo y bendiciéndolo. El Santo religioso
se procuró grabar en su memoria lo mejor que pudo el rostro del Divino
Niño y se dedicó luego a fabricar la estatua que le quedó hermosísima.
Murió después muy contento de haber podido contemplar el rostro de nuestro
amable Redentor. Esta bella imagen fue obsequiada por los Carmelitas a
una princesa que se dirigía a Checoslovaquia a casarse con el Príncipe de
Praga. Y allí empezó el Divino Niño a hacer maravillosos prodigios a
quienes lo honraban y le tenían fe. (Recordamos, lo que honramos no es una
imagen. Lo que honramos con la devoción al niño Jesús son sus años de
infancia. Sus primeros 12 años de existencia en esta tierra. Las imágenes
no hacen milagros, porque son seres muertos. Pero la imagen nos recuerda a
Jesús que esté en el cielo, y a Él es a quien honramos con esta
devoción). La Princesa de Praga dejó al morir su bella estatua del Niño
Jesús a los Padres Carmelitas recomendándoles mucho que honraran al Divino
Niño porque ella había notado que las personas que le rezaban al Niño
Jesús obtenían favores muy especiales.
Entonces un Padre Carmelita, el P. Cirilo de la Madre de Dios, se
propuso honrar al Niño Jesús, y los prodigios comenzaron a multiplicarse.
Su convento que estaba en ruinas empezó a recibir ayudas inesperadas. Una
familia que se dedicó a honrar y hacer honrar por otros al Niño Jesús,
recibió tantos favores y se les alejaron tantos problemas que no se
cansaban de narrarlo a todos los que trataban con ellos. La cuidad de
Praga rodeada por miles y miles de protestantes que deseaban destruirla se
vio libre de una manera prodigiosa, después de haberle prometido al Niño
Jesús hacerle un gran templo. Y así la devoción al Divino Niño Jesús se
hizo sumamente popular y las gentes obtenía formidables ayudas del cielo
al pedirlas por los méritos de la infancia de Jesús. La paz renacía en los
hogares desunidos. Los hijos perdidos volvían a sus hogares. Los negocios
que iban hacia el fracaso volvían a la prosperidad. Los pecadores sumidos
en los vicios dejaban su vida de pecado y empezaban a ser buenos….Y por
todas partes la gente entusiasmada narraba favores y más favores del
Divino Niño, porque Jesús dijo: "Todo el que pide recibe". Y el Niño Jesús
apareciéndose en una visión al Padre Cirilo le dijo: "Si me honráis, yo os
honraré. Si sois generosos conmigo, yo seré generoso con
vosotros".
Habla
Jesús
Gozos
Oración Final
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